Am-necia

La mayoría de las palabras posteadas en este blog (principalmente las que son de mi autoría) no son recientes sino más bien de épocas ancestrales, sin que por esto pierdan su esencia. No hacen referencia a nadie en particular (o no es mi intención que lo sepan, o no lo recuerdo) y fueron escritas originalmente sin título; ahí va otra:


Alguien dijo basta,
cansado de descansar
abrazó la multitud
sin trascender al contacto.
Al enfermarse de espanto
eligió reposar incómodo
a la sombra del olvido
para no ver pasar los días.
Incomunicado,
triste, más que triste,
lleno de insultos
carentes de un blanco móvil,
enajenado y revolucionario,
pidió disculpas por última vez.

Y luego el silencio...

Mutismo atónito de sus pares
asombrados por la idea
de una retirada inusual (y casi heroica).

Rechazando los saludos
partió de espaldas a dios,
cosechando tinta al andar
y murmurando mentiras,
con la vida en punto muerto
y la suerte cuesta abajo.