Versos

Versos rencorosos
se lanzan al agua
para brindar socorro
sin saber que las mismas
pertenecen al Leteo.
Versos perfectos
persiguen a un espectro
y se pierden,
abrumados,
en la pura melancolía.
Versos inmortales
resuenan en fanfarria,
desfilando sin orgullo,
sin séquito,
sin voluntad.
Versos inocentes
emergen del subsuelo,
se asoman,
respiran
y se rompen a llorar.

¿Han muerto las musas
o he dejado de creer en ellas?

Egoísmo

O estoy primero
o no estoy.
O te busco
o no vengas sin permiso.
O me escuchás
o cambio de canal.
O vamos ahora
o no te invito menos.
O me perdonás
o no me interesa explicarte.
O te olvido
o dejo de recordarte.
O atendés el teléfono
o abrazo la almohada.
O entrás sin miedo
o no mires.
O confiás
o te miento.
O es hoy
o era ayer.
O todo
o rápido.

O me enamorás
y se invierten los roles.

El Espejo (3)

El Espejo te advierte:

Durante el último mes
has muerto todas las noches
por un amor que ya no existe,
y por las mañanas
tu reflejo me esquiva,
me ignora, me es ajeno.
Si se vuelve una costumbre
obtendrás la vida eterna
o serás el único en el cielo
con el corazón hecho trizas.

El Espejo (2)

El espejo te grita:

No me juzgues vencido
sin saber con detalle
las condiciones en que me rendí.
Con el paso del tiempo
podrían ser más beneficiosas
que tu insignificante victoria.

El Espejo

El espejo te dice:

Hay quienes hacen su camino
y esperan que los acompañen.
Otros, buscan que los sigan
manteniendo la distancia
con prudencia recelosa.
Y la gran mayoría,
dañina y descarrilada,
invade caminos ajenos.
Estos últimos
cambian permanentemente
de dirección y sentido
sin llegar nunca
a un destino propio.

Fade into you

Un espíritu anegado
por las fuerzas caprichosas
de un oráculo triste
abre las manos
y siente su existencia
como en libertad condicional.
Paladar amargo,
seco el vientre,
dulce su porllegar,
revolotea en carroña
para poder subsistir.

Otro espíritu frágil
lo persigue de cerca
juntando las sobras
a migas de sal.
desenamorado,
jubiladas sus plumas,
hace un esfuerzo singular
para acompañar sus pasos.

Pero nunca se cruzan...
El deseo de hacerlo,
la osadía de intentarlo
implicaría reencarnarse
y entonces padecer
otra muerte sin propina.

Genesis 1:1

"No hay aventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo. Solo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, para saber cuán buena y hermosa es la vida. Vivid, pués, y sed felices hijos míos, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!"

(Edmundo Dantés, Conde de Montecristo - Alejandro Dumas).