viernes, junio 30, 2006

Versos

Versos rencorosos
se lanzan al agua
para brindar socorro
sin saber que las mismas
pertenecen al Leteo.
Versos perfectos
persiguen a un espectro
y se pierden,
abrumados,
en la pura melancolía.
Versos inmortales
resuenan en fanfarria,
desfilando sin orgullo,
sin séquito,
sin voluntad.
Versos inocentes
emergen del subsuelo,
se asoman,
respiran
y se rompen a llorar.

¿Han muerto las musas
o he dejado de creer en ellas?